lunes, 17 de diciembre de 2018

Volviendo al tajo

Hola corredores!
He vuelto a la carga, estoy volviendo a correr y tenía muchas ganas de contarlo, así que ahí va mi testimonio gráfico (siento que no sea corriendo, pero falló la logística y tuve que hacerla al volver al hotel; en la próxima seguro que subo una corriendo).


Sé que llevaba mucho tiempo sin escribir, pero es que realmente no tenía mucho que contar.
El invierno y la primavera pasados fueron bastante malos en cuanto a lesiones (dos veces contractura del semitendinoso de la pierna derecha y una rotura fibrilar de gemelo, que me obligó a llevar muletas incluso). En fin, eso ya es agua pasada, pero me obligó a estar un tiempo sin poder correr.
En verano hice algo de piragüismo, con un kajak de mar, para no cargar tanto las piernas tras las lesiones. La verdad es que tampoco hice una actividad importante. Lo pasé bien haciendo piragüismo algunos días, pero nada serio.
Toda esa falta de actividad hizo que ganara unos cuantos kilos y eso no ayudaba a volver a correr. Así que a la vuelta del verano me puse a dieta y he conseguido bajar bastante de peso, aunque aún no he llegado al peso ideal.
Pero, y eso es lo importante, ya me veo más ligero como para volver a intentar lo de correr, que es lo que realmente me motiva.
Así que llevo tres semanas saliendo a trotar, y me siento muy bien. No siento ninguna molestia, y eso sinceramente me tenía asustadísimo tras la mala temporada pasada.
Así que, aprovechando que tenía curso en Salamanca (ciudad que me encanta), aproveché para hacer una de esas salidas antes del amanecer que me encantan. Me encanta la facilidad con la que puedes llevarte todo lo necesario para correr en una maleta pequeña: zapatillas, pantalones, guantes, camiseta técnica, una más gruesa para llevar encima y cortavientos por si es necesario.
Hice una trotada por el casco histórico, que tiene un entorno único: Bajar por la calle Toro hasta esa plaza Mayor con tanta historia (por cierto, el jueves pasado fue la Nochevieja Universitaria: 40,000 almas despidiendo el año lectivo a las 12,00 con 12 gominolas), recorrer la Rúa, pasar por las dos Catedrales, ver la portada de la Universidad (8 siglos nos contemplan) y ver la "rana" de pasada, y terminar tu ruta por la vereda del Tormes, para luego volver a "casa". Es impresionante poder correr rodeado de tanta historia viva.
Por supuesto, los ritmos a los que estoy yendo no son nada importantes, dado que estoy volviendo a la tarea (llevo unas 4-5 salidas solamente), pero no tengo ninguna prisa. Quiero disfurtar del camino de mi recuperación física sin forzar. Pero, puede que me anime a hacer alguna carrera en Navidad. Lo cierto es que ya me pica el gusanillo.
Os iré contando...

No hay comentarios:

Publicar un comentario